Artículo de opinión de Inma Sánchez Roca, Secretaria General de Juventudes Socialistas de la Región de Murcia.
Hace unos días hablando con un amigo me confesaba que no puede dormir
por las noches. Que la injusticia le corroía y que no sabía qué hacer.
Septiembre siempre ha sido un mes difícil, pero este año más, porque los
exámenes están siendo mucho más que eso; lo que realmente nos preocupa
es: ¿podré seguir estudiando el próximo curso si tan solo una asignatura
me va a costar 300 euros? Y ¿cuando termine mis estudios, qué? Una tras
otra, las puertas se nos cierran. Lo que nos lleva a pensar que
"siempre podemos probar suerte fuera". Sin embargo, la cruda realidad
arroja a un número desorbitado de jóvenes españoles con expedientes
brillantes malviviendo mientras friegan platos. Y al ministro Wert le
parece bien. Se atrevió a decir que la fuga de cerebros es beneficiosa
para nuestro país. La suya desde luego sí que lo sería. Si nuestro PIB
de mañana depende de lo que hoy invirtamos en educación y ésta,
lamentablemente, se está convirtiendo en un auténtico lujo, mal vamos.
Nuestra tasa de paro es escandalosa y la reforma laboral del PP y su
lobby empresarial, en lugar de mejorar o sulucionar nuestras
condiciones, las están empeorando dramáticamente, condenándonos a la
precariedad. Y por si esto fuera poco, eliminan los 400 euros del Plan
Prepara para aquellos jóvenes que vivan con sus padres. Y es que,
afortunadamente, nos quedan ellos. Nuestra familia y la casa de nuestros
padres, porque nos podemos ir olvidando de disfrutar de independencia
después de que Rajoy eliminara la Renta Básica de Emancipación (la
famosa ayuda al alquiler que ha ayudado a más de 6.000 jóvenes murcianos
a ser independientes) y que, además, el desgobierno de Valcárcel no la
paga a aquellos que les corresponde desde hace varios meses.
El núcleo familiar es nuestro único refugio. Los jóvenes estamos al
borde de la exclusión del sistema, de la indigencia. Nuestro único
colchón son nuestras familias, nuestros padres y nuestros abuelos. En
casa nos miran con una mezcla de lástima, indignación, impotencia... y
es que nuestros padres han luchado mucho para que nosotros viviéramos
mejor que ellos y no al revés. Sin embargo, ahora los abuelos nos van a
tener que enseñar técnicas de superviviencia. "Comeremos pava cocía".
Ni al teatro podremos ir con semejante "IVAzo" cultural. Pensará el PP
que para tragedia y drama ya está el nuestro. La derecha nos condena,
nos despoja de un presente y de un futuro dignos. Somos los famosos
ni-ni. Ni podemos estudiar, ni podemos trabajar. Démosle la vuelta y
seamos la juventud que ni se resigna ni se conforma.
No perdamos la ilusión inherente en los que somos y nos sentimos
jóvenes. Recuperemos nuestra capacidad para ser los protagonistas del
cambio. Combatamos a este gobierno de la precariedad, del desempleo y de
los ataques a los derechos fundamentales. Reconstruyamos nuestro
presente y el futuro de los que vienen, reivindiquemos la política para
ello en vez de atacarla y, utilizando las palabras de Silvio Rodríguez,
"hablemos y hagamos lo imposible para mejorar nuestra situación, pues
sobre lo posible ya sabemos demasiado".
http://www.jsrm.es/es/juventud-ni-ni-ni-resignados-ni-conformes-por-inma-sanchez-roca
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