En
el Día Mundial por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito,
Juventudes socialistas manifiesta su apoyo a las concentraciones que
tendrán lugar hoy en toda España
El
Secretario General de JSE, Nino Torre, anuncia la frontal oposición de
su organización a que el PP “vuelva a considerar el aborto como delito y
no como derecho”
Juventudes
Socialistas de España ha denunciado hoy que el intento del Partido
Popular de reformar la actual regulación de la interrupción voluntaria
del embarazo (aprobada por el PSOE y que instauraba un sistema de
plazos) supone “una regresión en los derechos de las mujeres en nuestro
país, la imposición de la moral particular del PP a toda la ciudadanía y
una falta de respeto a la pluralidad política consagrada en la
Constitución”.
Para
JSE, “el PP contempla un modelo de mujer arcaico, con el que estamos en
completo desacuerdo, un modelo en el que las mujeres no pueden tomar
decisiones con autonomía y libertad”.
El
Secretario General de JSE, Nino Torre, ha asegurado que “mientras que
la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la IVE era una ley
preventiva, que pretendía evitar embarazos no deseados, que garantizaba
seguridad en la atención sanitaria y seguridad jurídica, el PP apuesta
por normas de represión, considerando a las mujeres como incapaces de
decidir por sí solas y tratándolas como delincuentes”.
“Lo
que realmente quiere el PP es que las mujeres deban seguir
responsabilizándose del cuidado de los hijos y las hijas, de los roles
del hogar – ha afirmado Torre – en tanto que los socialistas queremos
seguir en una lucha constante por la consecución de una igualdad real y
efectiva, que elimine techos de cristal, brecha salarial, que concilie
vida laboral y familiar con corresponsabilidad, algo que demostramos con
la Ley de Igualdad y con la Ley de Salud Sexual y que hoy el PP pone en
peligro anteponiendo creencias particulares a evidencias científicas,
mostrando su lado más ultraconservador”.
El
Secretario General de JSE ha asegurado que “las intenciones del
ministro Gallardón de reformar la regulación del aborto antes de que
termine el año sólo se asientan en la imposición de su moral particular
al conjunto de la ciudadanía, dejando de lado los derechos de las
mujeres, las cifras de embarazos no deseados y el respeto a las
creencias del resto de la sociedad”. “En definitiva – ha concluido –
Gallardón lleva a la ley su propia moral y eso tiene un nombre:
fundamentalismo”.
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